Castillo de Alamín

Se puede llegar al lugar por la carretera que va desde Santa Cruz del Retamar hasta Méntrida aunque no es posible su visita por ser de titularidad privada.

La ciudad árabe conocida como Alfahmín, Alhamín o Alamín era una fortificación con murallas y castillo para controlar y vigilar el acceso a la ciudad de Toledo desde el norte.

Tras la reconquista de Toledo en 1085, pasó a ser propiedad del rey Alfonso VI.

En 1357 Pedro I ordenó la destrucción de la vieja fortaleza que fue reconstruida cuarenta años más tarde, en 1397, por el arzobispo Pedro Tenorio y mandó construir un puente sobre el río Alberche para facilitar el paso a Toledo.

Esta vez, pasó a ser propiedad del ducado de Osuna hasta que en 1886 los terrenos en los que se ubicaba el castillo fueron comprados por el primer marqués de Comillas, Antonio López y López.

La propiedad le fue embargada por los problemas económicos del exempresario vinculados al caso Marsans y adjudicada a Derwick Associate Corporation en 2012.