[4] En el castillo se encuentran simbolismos alquímicos, cristianos, templarios, rosacruces y masónicos, entre otros.
Dentro del edificio hay numerosos pasillos estrechos, puertas que no conducen a nada, ventanas ciegas y habitaciones con formas extrañas.
En 2015, se concedió el predio a la Gran Logia Femenina del Uruguay por 20 años.
[10] La entrada principal se encuentra por la calle Francisco Vidal al 638,[11] constituida por un gran pórtico enmarcado por un muro ciego,[7] y ha sido reconvertida para albergar el Montecristo Restaurante-Museo.
No hay superficies planas, e incluso los recubrimientos de madera varían en color, forma, disposición, alturas, etc. Dentro del castillo hay treinta y tres puertas,[7] muchas de las cuales no conducen a nada, escaleras truncas[12] y habitaciones con formas extrañas,[7] como por ejemplo las tres salas que se encuentran antes del recibidor.
La primera sala es cuadrada, la segunda octogonal y la última se encuentra en el torreón donde está la Victoria de Samotracia.
[10] El antiguo laboratorio de Pittamiglio se encuentra en lo que es hoy la cava mayor del restaurante.
También se encuentran cruces templarias, mayólicas e incrustaciones en cerámicas por todo el castillo,[13] así como vitrales italianos.
Antaño existían espejos en los techos para que los visitantes se vieran desde distintos puntos de vista.
[2] El Montecristo Restaurante - Museo tiene su entrada por la antigua puerta principal del castillo, en Francisco Vidal 636 esquina 21 de Setiembre.
Se accede a él por una galería y está rodeado por dos patios interiores que dan al castillo.
[11] En el espacio cultural se realizan distintas actividades como obras de teatro y magia.