Montecristo es una marca de Habano fundada en los años treinta, que fue considerada como la más selecta del país.
Hoy en día Montecristo sigue vendiendo más cigarros que cualquier otra marca cubana, superando los treinta millones de unidades.
Inconfundibles por su capa, carmelita claro, ligeramente aceitosa, los Montecristo poseen un sabor picante único.
Ambas familias se habían unido doce años antes para crear unos cigarros de máxima calidad, los Particulares, que vendían localmente.
Así que promocionaron el Montecristo como un cigarro de prestigio, denominando a los cinco primeros modelos N° 1,2,3,4 y 5.
[1] Para caracterizarlos desde el principio, el Montecristo N° 1 es un lonsdale fuerte, El N° 2 es un suave, ligeramente dulce, figurado.