El fantasma de Canterville

Pero el Sr. Otis, ministro de los Estados Unidos de América, ignora la advertencia diciendo que pensaba inventariar también al fantasma como parte del mobiliario.

La acción se desarrolla en una mansión inglesa a finales del siglo XIX y tiene una ambientación bastante realista a pesar de que el protagonista es un fantasma.

Al contrario, intentan "combatirlo" utilizando distintos productos modernos (quitamanchas, aceite para cadenas, jarabes, etc.) y su vida nunca es alterada, a pesar de los reiterados esfuerzos que lleva a cabo el fantasma.

Posteriormente, al ver inútiles sus esfuerzos, busca la máxima elevación, la que supera la vida y la muerte: el amor para lograr el perdón de Dios.

De las numerosas adaptaciones para el cine, destaca The Canterville Ghost (1944), dirigida por Jules Dassin y protagonizada por Charles Laughton, Robert Young y Margaret O'Brien.