Horror (género)

[3]​ En el primer capítulo de su libro The Supernatural Horror in Literature (El horror sobrenatural en la literatura), Lovecraft explica que lo desconocido era para nuestros antepasados una gran amenaza, ya que fenómenos como los climáticos, los cuales no entendían, les podían ocasionar grandes desgracias.

Lovecraft enumera las convenciones góticas respecto a personajes y lugares de esta manera:

En el artículo “Introduction to Victorian Gothic”, de Charlotte Barett, leemos: Todavía podemos encontrar convenciones góticas, como las mencionadas tanto por Lovecraft como por Barrett, en textos ya considerados como parte del género del horror, lo que contribuye a que sea tan difícil saber dónde comienza el horror y donde acaba el gótico.

Entre ellos está Théophile Gautier, en cuya obra encontramos, de acuerdo con Lovecraft, “la percepción distorsionada, auténticamente francesa, del mundo; y el misterio fantasmagórico, que aunque no siempre se utiliza, puede ser reconocido como algo innovador y profundo”.

El género del horror ha tenido ciclos de popularidad, según Stephen King, estos se dan cada diez o veinte años.

En su libro Danse Macabre (Danza macrabra) se lee: “Estos períodos parecen siempre concidir con períodos de desequilibrio económico y político; los libros y películas parecen reflejar esas inquitudes que flotan libremente —a falta de un mejor término— que acompañan esos períodos de tensión, graves pero no mortales".

Según King, una década más tarde y hasta aproximadamente 1955 realmente hubo pocas obras del género, sin embargo esto no significa que no se produjeron obras de calidad como: Shrinking Man (El increíble hombre menguante) de Richard Matheson y Edge of Running Water de William Sloane.

En una obra de horror, los personajes perciben al monstruo como seres que perturban el orden regular de la naturaleza.”[6]​ Entonces, el monstruo del género del horror se caracteriza por la actitud que toman los personajes respecto a él, es percibido como algo antinatural en un mundo que, de otra manera, sería completamente igual al nuestro.

Resulta imposible pensar en el género sin que por lo menos nos venga a la mente uno de estos tres personajes: la criatura de Frankenstein, el conde Drácula y la dicotomía del Dr. Jekyll y Mr.

[8]​ Los monstruos arquetípicos[Nota 5]​ conforman modelos a seguir para las obras posteriores del género.

Pero estos tres están presentes en gran parte de la ficción del horror moderna”.

En Danse Macabre (Danza macabra) leemos: «Obviamente las películas han sido un buen espacio para los ecos culturales… tal vez porque, tanto hablado de ideas como de acústica, el mejor lugar para crear un eco es un gran espacio vacío.

Con las adaptaciones cinematográficas también cambió la forma en la que se presentaba la criatura, mientras que en el libro ésta leía, sentía y era capaz de desarrollar pensamientos profundos, en las versiones cinematográficas carece de inteligencia y parece actuar guiado solamente por la maldad.

Literatura y cine presentan versiones diferentes de la criatura pero ésta sigue siendo un monstruo arquetípico, forma parte del conocimiento popular.

Por un lado tenemos la parte racional, la cual está interesada en elevar el espíritu y mejorar intelectualmente, Dr. Jekyll; y por otro lado nos encontramos con la parte instintiva a la que no le interesa más que la satisfacción física, Mr.

[16]​ También se nos menciona que este arquetipo de monstruo lo encontramos presente en novelas posteriores a The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr.

En Danse Macabre (Danza macabra)se lee: «Las novelas exploran las ideas del protagonista como el antihéroe; y señalan como conflicto central la dicotomía apolínea/dionisíaca; por lo tanto se convierten en [novelas] de hombres lobos».

[17]​ Las adaptaciones que ha sufrido la idea incluida en The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr.

Hyde hayan sido incluidos en “the myth-pool” del que se ha hablado anteriormente.

Por todas estas razones es que los géneros populares se mezclan tanto unos con otros y crean combinaciones que resultan en subgéneros con características de más de un género, como ejemplo: dark fantasy (fantasía oscura) o romantic suspense (suspenso romántico).