Junto a la puerta se colocaba un poyo construido con un gran bloque de piedra.El humo ascendía verticalmente y salía por huecos de la techumbre vegetal, que debía situarse lo suficientemente alta para evitar incendios; es estos huecos se les conoce con el término de lumbreras.Al salir el humo muy lentamente, se acumulaba por toda la vivienda, pero fundamentalmente en las capas superiores, adhiriéndose al entramado de madera y a la barda, consiguiéndose así un cierto efecto protector contra los insectos.A veces, cuando el trasdós del muro de la cocina lo permitía, se construía un horno para cocer pan.En todas las casas, junto a las paredes laterales de la cocina, se situaban los escaños, típicos bancos de madera con respaldo, normalmente muy anchos y de longitud variable, que servían para sentar a tres o cuatro personas, pero también se utilizaban para dormir junto al calor que desprendía la chimenea.Si el muro tenía suficiente espesor, se practicaban huecos, modo de hornacinas, en los que colgaban baldas, constituyendo las alacenas.En las viviendas más antiguas el suelo se formaba de barro apisonado.Los dormitorios se situaban normalmente junto a la cocina, para aprovechar el calor de la chimenea.La sala siempre dispone de una pequeña ventana abierta al corral o a la calle, que ilumina y ventila esta estancia.También se utiliza este espacio para dormir en las épocas en que el clima lo permitía.Se accede desde una escalera empinada de madera, que parte del portal o mediocasa.Con la función de almacenar y conservar el vino, se ponía especial cuidado para situar su posición en el conjunto de la casa campesina; se buscaba un lugar relativamente aislado que amortiguara los cambios bruscos de temperatura, y con este fin se procuraba guardarlos en sótanos y semisótanos excavados a media ladera, con objeto de mantener unas condiciones adecuadas para que los caldos fermentasen y se conservasen con garantía, según la tradición vinícola.En primer lugar buscaban el máximo soleamiento en un clima frío, no sólo para provecho de los campesinos, sino también de sus valiosos animales; consecuentemente orientaban la casa al mediodía, y para que esta no proyectase sombra en el corral ni al ganado, disponían la casa y la cuadra adosadas y orientadas al sur.Estas casas tienen su origen en las tinadas o majadas pastoriles primitivas, que dominaban una gran zona de pastos en las zonas elevadas de la sierra y que para su mejor vigilancia se situaban en las cota más altas del pastizal.Normalmente a la cuadra se accede desde el corral, pero en ocasiones hemos encontrado accesos desde la vivienda.La cuadra puede ser abierta o cerrada; en el primer caso queda configurada con pilares de granito que soportan una cubierta elemental, a un solo agua.En el Valle del Tiétar era habitual alojar las zahúrdas en la cuadra de la planta inferior, bajo la escalera.
Casas de dos plantas en
Guisando
en la ladera sur de Gredos
Pared oeste en la zona de
Becedas
con tejas para evitar humedades