Así mismo la leña de encina es aprovechada aún hoy para calentar los hogares, ya que es una leña de gran dureza y con un gran poder calorífico.
El monte que rodea al pueblo tiene un gran valor ecológico.
Entre la fauna salvaje se encuentran especies típicas del monte mediterráneo-continental, tales como el conejo, el jabalí, el zorro, la liebre o la paloma torcaz.
La economía del pueblo está basada en la ganadería y la agricultura.
Destacan las grandes casas de piedra y la ermita del municipio, construida a principios del siglo XVIII, ejemplos de arquitectura popular abulense con un gran valor.