[1] El origen de la familia proviene del Castillo de Liechtenstein en la Baja Austria, que la familia poseía por lo menos desde 1140 hasta el siglo XIII, y desde 1807 en adelante.
Así, sin ningún territorio controlado directamente bajo el trono imperial, la dinastía Liechtenstein no pudo cumplir un requerimiento principal para alcanzar a un asiento en la Dieta Imperial (Reichstag).
La familia suspiraba gravemente por el poder añadido que significaría un asiento en el gobierno imperial, y por lo tanto buscó adquirir tierras que fueran inmediación imperial, o sea, poseídas sin ningún otro personaje feudal que no fuera el emperador del Sacro Imperio con derechos sobre estas tierras.
Schellenberg y Vaduz poseían exactamente el estatus requerido, sin ningún señor feudal por encima fuera de la soberanía condal y suzeranía del emperador.
Es en esta fecha cuando Liechtenstein se convirtió en un estado miembro del Sacro Imperio Romano Germánico.