Operación Casa Verde

El Ministro de Gobierno César Gaviria propuso entonces atacar en represalia Casa Verde, pero el Presidente Barco se negó arguyendo que si el Ejército Nacional tocaba ese punto sería el fin definitivo del "proceso de paz".Conscientes de la oportunidad que esta convocatoria democrática representaba para cambiar el escenario político del país, las FARC-EP trataron de obtener del gobierno garantías para participar en la Asamblea Nacional,[7]​ a la vez que arreciaron acciones armadas a lo largo y ancho de la geografía nacional.Las posiciones antiaéreas, eran subterráneos de 1.30 metros de profundidad que habían sido construidos aprovechando al máximo la topografía del terreno y que estaban dotadas con ametralladoras punto 50 y algunos lanzacohetes.Paralelo a las sucesivas oleadas de aviones que arrojaban sus bombas sobre las posiciones enemigas, los helicópteros artillados entraron en acción, lanzando cohetes y ametrallando en vuelo rasante el terrero.En ese momento, los guerrilleros hicieron blanco en un Bell 212 artillado y lo derribaron matando a sus cuatro tripulantes.Otros 5 aparatos reportaron averías de diversa consideración por el fuego enemigo pero lograron volver a sus bases.Su huida se vería facilitada en todo caso gracias a la difícil orografía de la región.El centenar de subversivos que había hecho frente a la primera avanzada del Ejército defendiendo el terreno palmo a palmo, se había replegado del área luego de sufrir numerosas bajas.Mientras las inspeccionaban varios oficiales y periodistas acompañados por el general Humberto Correa, los guerrilleros lanzaron un ataque sorpresivo contra las tropas.Los militares salieron ilesos, pero aquel hostigamiento que se prolongó media hora, demostró la dificultad para asegurar el terreno.Como lo expresó el Consejero para la paz, Jesús Antonio Bejarano era el anticipo de una nueva estrategia de paz en la que “el diálogo y la acción militar no se excluyen”.