En consecuencia, en diciembre de 1887 María Teresa Valdés inscribe dicho usufructo a su nombre para lo que fue preciso realizar expediente pues la vivienda no aparecía inscrita en el Registro.La petición fue admitida y requeridos varios testigos, que lo fueron Pedro Bautista Hernández y Antonio Galván Pagán, para que acreditaran la veracidad de lo informado respondieron afirmativamente.Es en esta planta donde se conservan interesantes artesonados en madera de tendencia mudéjar pero con detalles rococó, así como la alacena adosada o empotrada del comedor.Otras dependencias, éstas de las plantas inferiores, son los sótanos y la antigua caballeriza.Pero es en la fachada principal donde se sitúan los elementos arquitectónicos más característicos, como son la portada enmarcada por cantería que presenta un claroscuro del conocido como almohadillado.Y es dicho balcón todavía más singular por el lugar de la fachada en el que se encuentra; no está en el centro del frontis, sobre la puerta, como es habitual en la época de su construcción, sino en el mencionado lateral derecho.
Casa Quintana en la actualidad en estado de abandono