Una alacena (también alhacena[1] o lacena)[2] es el hueco hecho en el muro que disponiendo de puertas y anaqueles sirve para guardar objetos del ajuar doméstico.[3] También se llama así al mueble destinado para guardar la vajilla, cubertería, mantelería, etcétera, que forma conjunto con el mueble aparador.[4][5] La palabra alacena es de origen árabe (del árabe hispano «alẖazána», y este a su vez del árabe clásico «ẖizānah»), originalmente “hazena o hazana” que, añadido el artículo «al», resultó “alhacena”, perdiendo con el uso la «h» inicial muda.[6][7] Tuvo su origen como elemento arquitectónico: un hueco abierto en la pared creando un receptáculo en el que se disponían baldas o anaqueles y que se resguardaba con una o dos puertas, que por lo general disponían de ventilación o permitían ver el interior.También se fabricaron alacenas portátiles construidas en madera que podían trasladarse o colgarse en diferentes emplazamientos.