Casa profesa de Roma

Unos diez años después, la casa debía de haber sido ampliada, ya que albergaba entre cincuenta y sesenta jesuitas.

[7]​ Hacia 1570 este templo sería demolido, para dar lugar a una nueva iglesia construida gracias al patronazgo y munificencia del cardenal Alejandro Farnesio según planos de Vignola.

Además el pequeño edificio se avenía mal a las crecientes necesidades de la Compañía, y formaba un gran contraste con su flamante templo.

[12]​ En 1773, tras la Supresión de la Compañía decretada por Clemente XIV mediante el breve Dominus ac Redemptor, los jesuitas abandonaron el edificio y su templo.

[13]​Después de este momento se restituyó a la Compañía la iglesia del Gesú y la casa profesa.

En este momento se reabrió la puerta principal del edificio para permitir una entrada más fácil a las estancias ocupadas por Ignacio de Loyola.

[15]​ En 1932, con la regularización de la via di San Marco, en el sur del edificio, la fachada situada en este lugar fue amputada en algunos metros.

La casa profesa propiamente dicha se dispone en los tres cuartos más al sur de la manzana.

Esta parte del conjunto estaba reservada al cardenal Eduardo Farnesio como patrono de la casa profesa y en ella se encuadra la capilla Farnesiana.

La fachada cuenta con dos importantes inscripciones: En su interior se dispone un amplio patio, antes ajardinado y hoy dedicado a campos de deporte.

La casa profesa en un detalle de un cuadro representado a los patronos de la iglesia.
El cardenal Alejandro Farnesio (1520-1589) y su sobrino nieto Eduardo (1573-1626), como patronos y fundadores de la casa profesa y su iglesia (pintura anónima, c.1622-1624). Entre los fundadores se observa la nave central y presbiterio del Gesú en el estado que presentaba entonces.