Casa Cervantes
En la planta baja del edificio se instaló el restaurante Café España, cuyo muestrario de suspiros inspiró en 1902 al compositor Antonio Álvarez Alonso para llamar Suspiros de España a la partitura del que sería el famoso pasodoble.[1] Actualmente pertenece a la Fundación Mediterráneo, que ha ubicado en su interior su Aula de la Cultura y una biblioteca y un servicio de Caja automatizada del Banco Sabadell.[2] En el frontón destacan la multitud de símbolos relacionados con el Comercio, la Industria y la Minería, que forman una suerte de escudo heráldico para el propietario, un burgués adinerado del que también figuran las iniciales de su nombre como elemento ornamental.Respecto a la fachada, llaman la atención en los extremos los miradores blancos, típicos de Cartagena, así como el motivo modernista de dinteles, embocaduras y guardapolvos.[2] El interior fue decorado por el escultor Francisco Requena Hernández y el pintor Antonio de la Torre, pero tras la serie de remodelaciones que se han ejecutado en el inmueble desde la década de 1940, del edificio original se conserva únicamente la fachada.