A lo largo de sus cinco siglos (XI-XVI) de vigencia gobernaron veintiún monarcas, manteniendo, en líneas generales, una cierta proyección mediterránea y una política de acercamiento a Francia y a otras grandes casas reales europeas.
Así, en 1035 dejaría a su hijo Ramiro el territorio de Aragón, que pasó a su descendiente Sancho Ramírez ya convertido en Reino.
Entre 1035 y 1164 se fragua una dinastía fuerte, pero de influencia únicamente en ámbito aragonés.
Por ello, hay que prestar atención al último enlace de esta dinastía, entre Petronila y Ramón Berenguer IV de Barcelona.
A lo largo de esta etapa se estimuló y finalizó la reconquista, empezando por los macizos montañosos de Teruel y finalizando en Valencia en 1245.