A través del tubo en la parte inferior delantera se produce el tradicional silbido que recorre las calles.
En el carrito se transportan dos productos característicos: camotes (batatas o boniatos, en el español de otros países) y plátanos.
Se trata de una tradición gastronómica mestiza, pues los plátanos son un producto de origen asiático, originalmente introducido en las Islas Canarias, que llegó a la América continental tras haber sido aclimatado por los españoles en África y las islas del Caribe.
El cuerpo cilíndrico o tambor está posicionado en forma horizontal, y al extremo de éste generalmente se encuentra un manubrio.
Las tres ruedas tienen alma metálica para soportar el peso y están forradas de hule o caucho vulcanizado para contrarrestar la fricción.
Los cajones se deslizan hacia dentro y fuera del bote o tambo, al que para albergarlos le fue practicada una incisión lateral.
Al frente del vehículo sobresale un grueso tubo vertical o chimenea que expele humo y constituye el escape de la caldera y evita que el producto se ahúme al interior del horno.
Finalmente, en la parte alta del carrito existe también una superficie que el camotero utiliza para colocar los aderezos, poner al alcance de la mano las monedas y preparar sus productos.
Como el carrito mantiene el calor, el vapor que genera es empleado para silbar fuerte y distintivamente.