También los hay domésticos, que son propiedad del usuario y se utilizan para llevar la compra desde la tienda, mercado o mercadillo hasta casa,[2] incluso como remolque para bicicleta.
[3] Para asegurar el orden, los carritos suelen funcionar insertando una moneda o similar en un dispositivo acoplado al manillar; así se desengancha de la cadena.
La moneda se recupera al colocarlo otra vez y ordenadamente en el espacio que tiene reservado dentro del aparcamiento.
Este sistema evita que los clientes se lleven los carritos o los saquen fuera del recinto permitido.
Hay un tipo especial de carrito para llevar cargas voluminosas y pesadas, como materiales para la construcción o electrodomésticos.