Carne de horca

Juan Pablo emprende entonces su venganza y sigue la pista de los bandoleros, pero, irónicamente, acaba acusado de asesinato y se une a la cuadrilla del mismísimo Lucero, donde le ponen a prueba.Es descubierto y debe tomar asilo en suelo sagrado, allí le cuenta toda la verdad al cura, que le cree y arregla una cita con el capitán que tiene como misión acabar con los bandoleros.El ejército asalta el refugio de los bandoleros, pero El Lucero logra escapar a un pequeño pueblo que solía estar esquilmado y aterrorizado por su banda.Esta vez, sin la protección de sus esbirros, El Lucero paga caros sus crímenes y es linchado por todos los habitantes del pueblo.Un pulso narrativo llevado con un gran ritmo la convierte en un clásico del cine español.