Ladislao Vajda

Comenzó su carrera como guionista en el cine mudo austriaco y alemán trabajando como montador en los años 30 junto a nombres como los de Billy Wilder o Henry Koster.

Uno de sus primeros trabajos como director fue El hombre bajo el puente (1936), película húngara influida por Pabst o Wiene.

En 1938, año previo al del inicio de la Segunda Guerra Mundial se asentó en París y luego en Italia, donde dirigió dos largometrajes.

Aquí debutó con Se vende un palacio (1943), film protagonizado por Mary Santamaría, Roberto Rey, Manolo Morán y José Nieto.

En las películas de esta etapa podemos observar la clara influencia del realizador alemán Fritz Lang, sobre todo en sus sugerentes atmósferas, su gran nervio narrativo y una estética derivada del expresionismo alemán que nunca abandonó.