Marcelino, pan y vino es una película española de 1955 dirigida por Ladislao Vajda.
Se basó en la novela homónima de José María Sánchez Silva.
La película gira en torno a la historia de Marcelino, un niño expósito que es recogido por unos frailes franciscanos.
Un día, mientras está orando ante un crucificado, este toma vida y comienza a comunicarse con Marcelino.
Tres escenas clave de la película fueron rodadas en La Alberca (Salamanca).