Carlos Silva Vildósola

Su infancia se desarrolló en Chillán y Concepción hasta que viajó a Santiago para estudiar bajo la tutela de los jesuitas en la Academia Tomás de Aquino del Colegio San Ignacio y en el Instituto Nacional, lugar en que fue discípulo de Diego Barros Arana.

Más tarde ingresó a la carrera de Leyes, pero interrumpió sus estudios para dedicarse al periodismo.

Dos años más tarde, en 1894, trabajó en el popular diario santiaguino El Chileno junto a su amigo Joaquín Díaz Garcés.

Al término de su primer periodo como director de El Mercurio viajó nuevamente a Europa, esta vez junto a su esposa Amelia Pastor.

La distancia con su país natal no le impidió continuar su trabajo periodístico y al estallar la Primera Guerra Mundial se ofreció como corresponsal y mantuvo informados a los chilenos de la situación que se vivía en Alemania, Suiza, Francia, Bélgica, Polonia, Rusia, Inglaterra y España.