Carlos Beneski fue un militar polaco-mexicano y noble polaco que había sido parte del Ejército prusiano durante las Guerras napoleónicas donde obtuvo el grado de coronel.
En su exilio europeo, Agustín de Iturbide, el primer Emperador mexicano, lo conoció cuando concibió imitar a Napoleón en su regreso triunfal de los 100 días ignorando que el Congreso Mexicano había decretado su muerte.
El juicio fue sumario y el consumador en 1821 de la Independencia de México cayó fusilado una mañana fría, no sin antes haber defendido a su amigo polaco, “más inocente que yo”, declaró.
Después del desastre de esa guerra, Beneski regresó a Colima deprimido porque unos bandidos -los independentistas texanos- hubieran derrotado finalmente al Ejército mexicano al cual había contribuido a preparar.
Una noche reunió a los hombres de su Estado Mayor, bebió pulque con ellos y rememoró en camaradería las difíciles jornadas vividas.