En esta última ciudad se convertirá en comendador, regente de estudios, secretario general y general de la Orden entre 1670 y 1676.
Ese año fundará el convento de San Fernando en Madrid, hoy desaparecido.
Fue predicador del rey Felipe IV, así como de Carlos II, general de su orden.
[4][5] A finales de 1689 recibió el título cardenalicio de la Santa Cruz de Jerusalén en Roma, nombramiento que tuvo como consecuencia su traslado a la ciudad italiana entre 1689 hasta 1692, donde asistió a los cónclaves electores de los papas Alejandro VIII e Inocencio XII.
Promovió el culto a Pedro Pascual, que había sido santificado recientemente (1670), y la beatificación de Cristóbal de Santa Catalina.