[1] Estudios más documentados apuntan hacia un origen apócrifo.
[2] Volviendo a lo legendario, en la revista Por estos mundos (Madrid, 1900) apareció esta versión sobre el personaje del dicho proverbial: A finales del XIX se puso de moda la palabra "carabina" para referirse a esa señorita de compañía que los padres de la buena sociedad imponían a sus hijas para garantizar la moralidad en su trato con los chicos.
Con ese sentido y contexto aparece en las Cartas desde mi celda (1864) de Gustavo Adolfo Bécquer,[6] o en Benito Pérez Galdós en su novela Miau (1888),[7] o en Juanita la Larga (1895) de Valera.
[9] En la canción infantil del autor mexicano Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, "La cacería ( ¿A dónde vas, Conejo Blas?)"
(1935), el autor, quien esta pidiendo desesperadamente ayuda al Conejo Blas para matar a un lobo feroz, justifica su incapacidad de hacerlo, al solo contar con la carabina de Ambrosio, tomando un contexto literal: "una carabina que no funciona".