Los perdigones son los proyectiles del cartucho de escopeta, que consisten en pequeñas esferas de plomo u otro metal.
[1] Cuando se efectúa el disparo, estas salen del cañón dispersándose y permitiendo impactar más fácilmente al blanco a corta distancia.
El acero tiene un peso específico menor; entonces, para el mismo diámetro de perdigón el peso será menor.
Esto también hace que la resistencia del aire sea mayor y el disparo tenga un comportamiento diferente.
Un problema es el mayor peligro que comportan, puesto que el acero es mucho menos maleable que el plomo, y hay más posibilidades de impactar y dañar algo que no sea el objetivo.