La Capilla se edificó para servir de enterramiento al inquisidor, como se recoge en su testamento otorgado en Madrid en 1624, abriéndose en el muro norte del presbiterio de la iglesia.
La capilla se edificó para servir de enterramiento al inquisidor, como se recoge en su testamento otorgado en Madrid en 1624 y costeada con cargo a los caudales de su testamentaría.
El inquisidor, como hace constar en su testamento, movido por el inmenso afecto y cariño a su Almarza natal, fundó Capellanía y la dotó con dinero suficiente para realizar obras de carácter pio y social como atender a los más necesitados, especialmente niños, huérfanos y viudas, además de sufragar los gastos de maestros que atendieran las escuelas de Almarza para que nunca faltaran estudios a los niños de Almarza y su comarca, además de becar anualmente a dos estudiantes para cursar estudios en la universidad de salamanca en donde que él había sido profesor.
Al exterior se cubre con tejado a tres aguas y en sus recios muros de sillería campean sus escudos nobiliarios junto a la que fuera su casa solariega natal.
Presenta un programa iconográfico sobre la pasión de Cristo contenido en cuatro grandes cuadros pintados en óleo sobre lienzo dispuestos en los cuatro ángulos del retablo y se complementan con otros dos lienzos situados en la calle central, el inferior dedicado a la Virgen acompañada por el Niño y Santa Ana, y el superior con escenas del martirio de los Santos Justo y Pastor.