[2][3] En tanto que el término cantarilla determina algunos modelos concretos en diferentes zonas de la geografía española, el par masculino cantarillo solo suele tener uso como diminutivo.
[4] Es muy variada y en muchas ocasiones responde a cierto capricho en el uso de la terminología tradicional del lugar de origen, llegando a crearse cierta confusión.
No obstante, la característica morfológica determinada por el tamaño —menor que el cántaro y muchas veces parejo a la cántara— puede considerarse un referente para su catalogación.
En el Levante español se conserva la «marraxeta», hermana menor de la «marraxa», que en otros contextos puede aparecer como "marracha" o "marraixa".
En algunas zonas de La Rioja (España), el cántaro pequeño toma un término rural, el botejo, hijo lingüístico del botijo y la boteja.