[5] En los últimos años de la República romana, Julio César vio ventajas en la construcción del canal para su recién formada Colonia laus Iulia Corinthiensis.
En el año 67 d. C., el emperador romano Nerón ordenó que el canal se excavara nuevamente, encomendando el trabajo a 6000 esclavos.
Nerón murió un año después del comienzo de las obras y su sucesor Galba canceló el proyecto por considerarlo demasiado costoso.
[10] El filósofo griego y senador romano Herodes Ático también consideró excavar un canal, pero no logró poner en marcha un proyecto al respecto.
El estadista griego Ioannis Kapodistrias le pidió a un ingeniero francés evaluar la factibilidad del proyecto, pero tuvo que abandonarlo cuando el costo se estimó en unos 400 millones de francos de oro, demasiado caro para un país recién independizado.
[14] Otro problema persistente se debió a la naturaleza de falla altamente presente en la roca sedimentaria, en una zona sísmica activa por la cual pasa el canal.
[15] Los grandes muros de caliza del canal habían sido persistentemente inestables desde el comienzo.
[17] Durante la Segunda Guerra Mundial, se causaron serios daños en el canal, al ser escenario de batalla debido a su importancia estratégica.
El gobierno programó que en el mes de octubre del 2022 volvería a ser cerrado temporalmente para terminar los trabajos.
Los muros rocosos, que se elevan 90 m sobre el nivel del mar, están en un ángulo semivertical de 80°.