Estas aeronaves sin motor eran remolcadas al despegar y durante la mayor parte de su trayecto hasta su objetivo por aviones militares de transporte, como el C-47 Skytrain/Dakota o bombarderos relegados a tareas secundarias, como el Short Stirling.
Además, cuando el planeador era soltado a cierta distancia del objetivo, era silencioso y difícil de identificar por el enemigo.
Estos equipos pesados hicieron que las fuerzas aerotransportadas ligeramente armadas fuesen mucho más efectivas.
También se habían hecho avances en los aviones de transporte, al punto que hasta los tanques ligeros podían ser lanzados en paracaídas.
Apenas 20 minutos después del aterrizaje, las tropas aerotransportadas habían neutralizado el fuerte solo teniendo 6 muertos y 20 heridos.
[1] Hitler estaba ansioso por obtener la mayor publicidad posible, por lo cual se les ofreció visitas guiadas del fuerte a varios agregados militares.
En consecuencia, los británicos, estadounidenses y japoneses se dieron cuenta rápidamente de los métodos que habían sido utilizados.
Entonces empezó el desarrollo de planeadores más grandes, tales como el Gotha Go 242 (23 soldados) y el Messerschmitt Me 321 (130 soldados) para transportar armamento pesado en previsión de la Operación León Marino y la Operación Barbarroja.
Por lo tanto, Hitler juró nunca volver a utilizar sus fuerzas aerotransportadas en grandes números.
El Junkers Ju 322 Mammut ("Mamut") fue el planeador militar más grande construido, pero nunca fue empleado.
El Blohm & Voss BV 40 fue un caza planeador diseñado para atacar las formaciones de bombarderos Aliados, pero no entró en combate.
El Hamilcar podía transportar vehículos, cañones antitanque y tanques ligeros al combate.
[1] Después que Barringer muriese en un accidente aéreo sobre el mar rumbo a África en enero de 1943, el programa fue dirigido por Richard C. du Pont.
[6] La Unión Soviética construyó los primeros planeadores militares del mundo a partir de 1932, incluyendo al Grokhovski G63 de 16 plazas, aunque no se construyeron planeadores en grandes cantidades hasta la Segunda Guerra Mundial.
Durante la guerra, solamente estaban disponibles dos planeadores ligeros construidos en serie: el Antonov A-7 y el Gribovski G-11 - con unas 1000 unidades de ambos.
En 1950, un Yak-14 estuvo en los titulares de varios periódicos al ser el primer planeador en volar sobre el Polo Norte.