Este canal fue construido durante el siglo XIX para abastecer con agua del canal San Carlos a las propiedades agrícolas ubicados en los contrafuertes cordilleranos, principalmente a la viña Cousiño-Macul, es un afluente del Canal San Ramón, recorriendo las comunas de Peñalolén, Las Condes y La Reina.
La vía fluvial sirvió también para la proliferación de pequeños animales que utilizaban las cuevas precordilleranas como refugio.
Sin embargo, con el crecimiento de la ciudad, las parcelas dieron paso durante el siglo XX a conjuntos habitacionales, cuyos sistemas de alcantarillado fueron conectados al canal para el desagüe de sus aguas servidas.
Esto contaminó el canal, el cual se vio plagado de ratas y guarenes.
Por esta razón a partir a fines de los años 80 se comenzó a canalizar bajo tierra, y se construyeron a su costado las Avenidas Padre Hurtado y Las Perdices en La Reina y calle Río Claro en Peñalolén.