Argentina fue designada como sede del torneo en medio de la desorganización existente en la Conmebol, que se vio obligado a celebrar dos torneos en el mismo año, siendo el segundo disputado en Ecuador.
Sin embargo, el título quedó en manos de Argentina, que volvió a ganar una nueva Copa América ante su gente, consiguiendo el empate 1 a 1 ante los brasileños en el último partido, lo que le permitió alzarse con su duodécimo título continental.
Por otra parte, Pelé fue goleador y nombrado mejor jugador del torneo.
Argentina cambió íntegramente el equipo que conquistara el trofeo de 1957, la única excepción fue el puntero Oreste Osmar Corbatta.
Pero los argentinos, aun con un equipo nuevo, volvieron a ser favoritos y como tales, ganaron el evento, aunque no fue sencillo, ya que Brasil venía precedido de haber logrado el título mundial el año anterior.
Para tener en cuenta, aquella selección brasileña formaba con Castilho, Paulinho, Bellini, Nilton Santos y Orlando en la defensa.