Campamento de Deir al-Balah
A finales de 1997, la Autoridad Nacional Palestina demolió varios edificios en el campamento de Deir al-Balah para ampliar la carretera costera que unía la ciudad y con el mar Mediterráneo.Las familias que perdieron sus casas recibieron pequeñas parcelas de tierra y una compensación económica para construir casas nuevas fuera del campamento.[1] A comienzos de la Segunda Intifada, la mayoría de los habitantes del campamento trabajaba como peones en el mercado laboral israelí, mientras que otros lo hacían en granjas y huertas locales.[8] Khalil Yousef Ibrahim Fayyad, de 17 años, recibió el disparo de un soldado israelí en la cabeza y murió en el acto."[10] Según Palestinian Human Rights Monitoring Group, el 13 de febrero de 2002, el policía palestino y residente del campamento Shadi Mustafah El-Hassana murió junto con otros dos policías después de que cinco tanques israelíes asaltaran la parte oriental de Deir al-Balah y les dispararan flechettes miebtras buscaban cobijo en una pequeña habitación cerca de su puesto.[14] Ayman Atiya abu-Mugheiseb, con tan solo 12 años, recibió múltiples heridas en la cabeza por los disparos de un soldado israelí mientras estaba en su patio.[15] Con tan solo 10 años, Muhammad Ismael Elian al-Hamayda moría el 24 de octubre de 2003 por disparos del ejército israelí en el abdomen cuando se dirigía a la mezquita durante una incursión.Dos niños más, de 16 y 17 años, murieron cuatro días después de las heridas recibidas en ese mismo ataque.[22] Un día después, el 9 de enero, morían los hermanos Suhaib y Wedad Muhammad al-Qaran (de 16 y 17 años respectivamente) junto con otros cinco familiares más en un ataque israelí en la vecina aldea de al-Zawayda.Los médicos consiguieron que la niña que traía naciera, y fue nombrada Shaymaa como su madre, pero murió cinco días después en el hospital.[26] Los habitantes del campamento de Deir al-Balah también han estado involucrados en ataques a asentamientos israelíes.Además, la escasez de agua es otro problema añadido, ya que el 90% del agua disponible no es apta para el consumo humano.[2] Además, tratándose de una localidad costera, el límite de tres millas impuesto por la marina israelí a los pescadores gazatíes ha golpeado duramente la economía del campamento.[1] Hay actualmente cinco edificios escolares gestionados por UNRWA que imparten clases a doble turno, creándose diez escuelas con aproximadamente 9.000 estudiantes.[1][2] Todas las escuelas menos una imparten sus clases a doble turno para poder acoger a toda la población estudiantil del campamento.[1] También hay un centro de salud que fue renovado por completo en 1993, que cuenta con una plantilla de unas 50 personas y realiza unas 10.000 consultas al mes.