Campaña parta de Septimio Severo

Septimio Severo decidió invadir Osroene en 195, ya que los partos habían ayudado en el curso de 194 a su rival directo a la púrpura imperial, Pescennio Niger, quien había sido derrotado en tres batallas, en Cizico, Nicea e Isso, y cuando intentaba refugiarse entre los partos, fue capturado y ejecutado.

[2]​ Adiabene y Osroene se habían rebelado contra Roma, poniendo la ciudad de Nisibis bajo asedio.

[3]​ Septimio Severo, de hecho, dejó Antioquía hacía el Éufrates, cuyo curso cruzó en Zeugma durante ese verano particularmente caluroso, tanto que el ejército romano se arriesgaba a perder numerosos soldados por deshidratación.

Mientras tanto, el emperador romano, que había llegado a la ciudad, ahora libre del asedio, tuvo un encuentro inesperado.

La ciudad, ahora rodeada, trató en vano de resistir la impresionante maquinaria militar que el emperador romano había logrado armar.

Cuando se acercaba la capitulación, el Rey Vologases V abandonó a su familia y huyó al interior de sus territorios.

[18]​ Septimio Severo había logrado recuperar permanentemente el norte de Mesopotamia convirtiéndolo, como lo habían hecho Trajano y Lucio Vero en el pasado, en una nueva provincia romana, pero decidió romper con la política tradicional de colocar como gobernador a un senador y decidió nombrar a su frente un Praefectus Mesopotamiae del orden ecuestre.

Sestercio acuñado en 195 por Septimio Severo, cuyo retrato laureado mirando a la derecha aparece en el anverso con la leyenda L SEPT SEV PERT AVG IMP V y en el reverso aparecen dos cautivos a los pies de un trofeo militar rodeado por la leyenda PART ARAB PART ADIAB S-C. RIC IV 690a.
Relieve del Arco de Septimio Severo en Roma en cuyo cuarto panel aparece representada la aproximación del ejército romano a Seleucia y la huida de la caballería parta.
Septimio Severo celebró su triunfo sobre sus enemigos romanos y sobre los partos en 203, cuando regresó a Roma. Así lo recoge el relieve del arco triunfal erigido en Leptis Magna.