Adarve

Un adarve (del árabe «ad-darb» o, según otras fuentes, «adz-dzir-we» como ‘muro de fortaleza’), también llamado camino o paseo de ronda, es un pasillo estrecho situado sobre una muralla, protegido al exterior por un pretil almenado, que permitía tanto hacer la ronda a los centinelas como la distribución de defensores.

Puede ser cubierto o volado entre dos torres que defienden la puerta principal del castillo, sobre todo en zonas de clima más frío.

El camino de ronda puede ser simple, estar encajonado entre el parapeto o el paradós, o doble y a distinto nivel, siendo el nivel superior el que está junto al antepecho y en el que se sitúe la plataforma de combate y el inferior, el pegado al intradós, el destinado al movimiento de combatientes.

[1]​ Se les llama así a los adarves producidos del escalonamiento en el que se sitúa el adarve sobre unas ménsulas, que permite controlar mejor la vision vertical de la posición defensiva, o si se retranquea la fachada del edificio, aunque es más frecuente que ocurran ambos casos a la vez.

[1]​ También se denomina adarve o azucaque, en las ciudades islámicas medievales, a los callejones ciegos (ya que solo conducen a casas privadas) y que disponen de una puerta al inicio.

Torre caballera del Castillo de Barcience