Cambridge Cottage

Sirvió como residencia a algunos príncipes de la familia real británica principalmente durante el siglo XIX.

A finales del siglo XVIII sirvió de residencia para los jóvenes príncipes Guillermo (futuro Guillermo IV del Reino Unido) y Eduardo (padre de la futura reina Victoria), hijos de Jorge III del Reino Unido y su tutor.

Hacia 1837, otro hijo de Jorge III, Adolfo volvió al Reino Unido tras haber sido virrey en el reino de Hannover.

En ese momento toma la casa como residencia suburbana.

Hacia la década de 1860 contaba con un comedor, un cuarto de billar y un drawing-room orientados hacia el jardín.

Vista de la fachada al jardín de Cambridge Cottage en 1865
Vista del drawing-room del Cambridge Cottage