Calendario ático
En consecuencia, se hizo un ajuste con el ciclo lunar, alternando un mes de 29 días (κοῖλοι μῆνες / koĩloi mễnes) y uno de 30 días (μῆνες πλήρεις / mễnes plếreis).Otros ciclos han sido igualmente considerados en el curso de la historia ateniense.Esta noción de ciclo, y sobre todo intercalar un mes suplementario, hacen imposible coincidir de manera absoluta los meses atenienses y los del calendario gregoriano, utilizado actualmente en la mayor parte del mundo.En consecuencia, el primer día se llama νουμηνία noumênía (‘luna nueva’) y el último, ἔνη καὶ νέα énê kaì néa (‘vieja y nueva’).Los festivales mensuales y anuales usualmente no se permitían caer en el mismo día, por lo tanto cada mes festivo tenía una fase de apertura con prácticas y celebraciones exactas recurrentes, mientras que en el cuerpo de cada mes había una fecha única de días festivos.[2] Tucídides en el inicio del Libro II de la Historia de la guerra del Peloponeso aclara que el relato está escrito siguiendo el orden en que sucedieron los diversos acontecimientos, por veranos e inviernos.