Durante la Nueva España, los impuestos captados eran por concepto de la actividad económica como la minería, el comercio y la agricultura.[1] La Real Hacienda,[1] se configuró como un aparato tributario, gigantesco que cobraba impuestos a todos los súbditos de la Nueva España.[6] Las Cajas Reales se inundaron en 1772 ya que estaban a unos metros del río Pachuca.[5] Entre 1774-1775 el arquitecto José Joaquín García de Torres construyó la edificación que hoy se conserva.[9] Es un edificio de dos niveles con patio central;[9] en su costado sur, tuvo una plaza que se integraba al atrio.[5] Sobresaliendo de la fachada dos mini torres flanqueando la puerta principal, y dos torreón coronados con ladrillo rojo en la parte norte que servía para la vigilancia del edificio.[9] En la fachada norte, se observan sus detalles de cantera blanca, tanto en horizontales cornisas como en gárgolas.