Transmisión automática

Para proporcionar acoplamiento y desacoplamiento del motor, una transmisión automática moderna usa un convertidor de par en lugar del embrague de fricción que se usa en una transmisión manual.Sin embargo, si la bomba falla y no lubrica correctamente, no habrá suficiente presión hidráulica, lo que puede impedir que el coche se mueva hacia adelante o atrás, ya que el convertidor de par no podrá transmitir la fuerza necesaria del motor.En los Estados Unidos la mayoría de los vehículos vendidos desde los años 1950 equipan un cambio automático, a diferencia de lo que ocurre en Europa y en gran parte del resto del mundo.Las transmisiones automáticas, especialmente las más antiguas, penalizan en alguna medida el consumo de combustible.Donde el combustible es caro y, por tanto, los motores suelen ser pequeños, estas penalizaciones son insalvables.En los últimos años, las transmisiones automáticas han mejorado significativamente su capacidad para mejorar los consumos, pero las transmisiones manuales siguen siendo en general más eficientes siempre que el vehículo es conducido con el motor a unas revoluciones que coincidan con el par óptimo por un conductor experimentado.Posteriormente se añadió Nissan, que junto a NSK y una importante compañía de lubricantes japonesa lograron resultados satisfactorios.
Corte seccionado de una transmisión automática ZF 6HP26
Engranaje epicicloidal
Convertidor de par seccionado
Palanca de cambios de una transmisión Tiptronic de un Porsche 993