Café Lion

Además, en los sótanos del 59, dispuso el Lion de un elegante salón alemán sin precedentes en Madrid: el espacio que sería conocido como «Zum Lustigen Walfisch», es decir La ballena alegre.

[b]​ En torno a Bergamín acudían al Lion: Ramón Pastor, Antonio Sacristán, Luis Lamana, Melchor Fernández Almagro, Justino de Azcárate, Pedro Burgos, los hermanos Ernesto y Constantino Navarro, Miguel Pérez Ferrero, Francisco Sedano y José María de Cossío (gran animador de otra «tertulia de alto vuelo literario» en este mismo café tras la Guerra Civil).

[2]​ El pintoresco dramaturgo del Noventa y ocho, Ramón del Valle-Inclán, animador de diversas tertulias y varios cafés madrileños, también tuvo aquí uno de sus últimos púlpitos,[6]​ en la discreción de una mesa rinconera donde se reunía –o quizá sería más exacto ‘recibía’– a contertulios como los artistas Anselmo Miguel Nieto y Rafael de Penagos o el doctor Salvador Pascual Ríos.

[8]​ Concluida la Guerra Civil Española, ya en 1939, José María de Cossío y Manuel Machado (como secretario), montaron la tertulia del “Ocio atento”,[9]​ que reunirá entre sus más distinguidos miembros a poetas falangistas de la generación del 36, como Dionisio Ridruejo, Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero Torbado o Luis Rosales Camacho, además de personajes como Gerardo Diego, Federico Sopeña e Ignacio Zuloaga, entre un largo etcétera.

De este mismo periodo pueden citarse corrillos de peñas nocturnas en los rincones del café con personajes como Ramón Ledesma Miranda, Vicente Gállego, el guitarrista Regino Sáinz de la Maza, Edgar Neville, «Tono», José López Rubio, Rafael Pérez Delgado o el torero Manolo Escudero, que en cierta ocasión tuvo que salir del café para torear una vaquilla escapada que sembraba el pánico en las inmediaciones, hasta que llegara la guardia civil.

«The James Joyce» ocupando el local en el que estuvo el Café Lion.