Se le conoce, aparte de por el humor gráfico publicado, cuentos y viñetas, como autor teatral.
Influido por Ramón Gómez de la Serna compartió con José López Rubio, Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura la que se ha llamado «Otra generación del 27».
Tres años después pasa a engrosar la redacción del periódico La Voz de Guipúzcoa, pero pronto se establecería en Madrid donde colaboraba con sus dibujos, como ilustrador y portadista, en los semanarios La Esfera, Nuevo Mundo, Mundo Gráfico y Buen Humor.
Colaboró en las revistas galas Candide, Ric et Rac, Paris Soir, The Boulevardier y La Rire.
Allí se convirtió en el guionista mejor pagado ya que cobró 10 000 dólares gracias a un solo chiste.
Durante el periodo bélico su colaboración con Mihura es muy grande, escriben y estrenan varias obras de teatro, como Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario llegando, una vez acabada la contienda, a realizar una película, Un bigote para dos.