Cañón de la Salud

Es una estructura que sirve indistintamente como puerta de la muralla y como ermita católica.Fue construida en la Edad Media como una simple puerta de la muralla, que daba acceso a los intramuros para quienes cruzaban el río Jerte en el vecino puente de Trujillo, la entrada tradicional a la ciudad desde el sur.Hacia el interior, el cañón da acceso a la calle Trujillo, una de las vías principales que unen la muralla con la Plaza Mayor.[1]​[2]​ En su parte intramuros, la puerta da también acceso hacia el oeste a la calle Ancha, que lleva hasta la iglesia de la Magdalena en paralelo a la muralla; al este sale una pequeña callejuela llamada "calle de la Salud".En 1999 se produjo la última obra importante en el edificio, cuando el Ayuntamiento de Plasencia llevó a cabo una restauración en su fachada extramuros.Aunque en toda la península ibérica se desarrollaron puertas monumentales en la Edad Media que muchas veces contenían elementos religiosos como hornacinas o capillas, es poco habitual que estos elementos religiosos crecieran hasta dejar la puerta como un elemento secundario, por lo que esta ermita no pudo seguir un modelo definido.La ermita propiamente dicha está construida en una planta superior entre los dos cubos, quedando bajo ella una planta inferior en la cual una bóveda de cañón comunica el recinto amurallado con sus extramuros; este túnel es, en sentido estricto, el «cañón de la Salud» que da nombre al edificio.Esta última es una figura de la Virgen con el Niño en posición de Odighitria que ha sido fechada en base a sus características escultóricas a finales del siglo XV o principios del siglo XVI, con un estilo gótico hispano-flamenco.[14]​ En el interior de la ermita hay además varios cuadros barrocos, como los dedicados a la Virgen del Puerto, la Asunción de María, San Felipe Neri, María Magdalena y San Francisco.La novena es una tradición religiosa que tiene gran arraigo en la ciudad, y es especialmente conocida gracias al "limosnero", "pertiguero" o "pedidor", un cofrade que la anuncia por el casco antiguo pidiendo limosna acompañado por un tamborilero.Durante estas festividades es también tradicional sortear un cochino, para lo cual la planta baja de la estructura cuenta con una estancia destinada a guardar el animal, aunque actualmente se entrega al ganador de la rifa el equivalente en dinero.[16]​[24]​ En 2010 volvió a plantearse la idea de abrir este espacio al turismo, en un plan para hacer visitable el adarve que une el Palacio Episcopal con la ermita.
Fotografía de J. Laurent que muestra el aspecto del edificio en 1868. Es una de las fotografías más antiguas que se conservan de Plasencia.
El mercado , óleo de Joaquín Sorolla en el que se muestra una imagen de la ciudad en 1917. En el centro del cuadro se ubica el puente de Trujillo , tras el cual se muestran el cañón de la Salud y la catedral .
Vista intramuros del edificio