[4] Kurt Heissmeyer, médico de las SS, buscaba obtener su cátedra en medicina, razón por la cual debía presentar una investigación original.Su tío y también General de las SS: August Heissmeyer junto con su allegado Oswald Pohl les facilitó todos los recursos disponibles para su trabajo.Posteriormente las pruebas se extenderían a los judíos, en este caso niños escogidos por el propio Heissmeyer.[7] Acto seguido, todos (junto con las cuidadoras y los seis prisioneros soviéticos) fueron trasladados en camión hacia el colegio Bullenhuser Damm.Una vez desvestidos, Trzebinski les administró una inyección de morfina y posteriormente llevados a una sala adyacente con ganchos en las paredes.Para ello se debía demostrar que el acusado actuó por "crueldad, insidia o con alevosía".Tres años después, el fiscal Helmut Münzberg retiraría los cargos por falta de evidencias tras declarar que Strippel no actuó por crueldad, puesto que los niños "no habían sufrido maltrato alguno más allá de sus muertes".En 1979 se reabrió el caso tras unos artículos publicados por Günther Schwarberg, sin embargo, Strippel no volvió a prisión por su mal estado de salud.En su juicio declaró: "no creí que los reclusos de ningún campo tuvieran valor como seres humanos".Posteriormente pasaría a ser administrado por el servicio meteorológico del Instituto Hidrográfico hasta 1949.Durante aquellos dos años volvió a ser un colegio al que asistieron 800 niños.El periodista y escritor Günther Schwarberg estuvo trabajando en la identidad de los mismos.