Alfred Trzebinski

Heissmeyer había llevado a cabo experimentos humanos contra adultos y niños prisioneros del campo de concentración.[1]​ Trzebinski estuvo implicado en el asesinato de 20 niños en el campo anexo Bullenhuser Damm, un excolegio parcialmente destruido durante la Operación Gomorra.Su propósito había sido inyectar bacterias que causaran la tuberculosis y extirpar los ganglios linfáticos axilares de los niños.[2]​ Trzebinski logró huir de Neuengamme tras finalizar la Segunda Guerra Mundial.[2]​ Durante el juicio, confesó de forma voluntaria y sincera, declarando, "Si hubiese actuado como un héroes, esos niños pudieron haber muerto poco después, pero su destino ya era inevitable" y admitió "tú no puedes ejecutar niños, solo puedes asesinarlos'', pero ''solamente'' eran judíos.
Sitio conmemorativo de los niños de Bullenhuser Damm en Hamburgo, Alemania