Brucios

Este pueblo era el que vivía allí a la llegada de los primeros colonos griegos, en pocos años se establecieron diversas colonias griegas: En el siglo IV a. C., los lucanos, que se habían ido extendiendo al sur y ya dominaban el norte del país de los enotrios (Oenotria) entraron en la península de los brucios y establecieron allí su dominio, reduciendo a sus habitantes a la servidumbre, probablemente tras la victoria sobre Turios en 390 a. C. y antes de 360 a. C. En esta última fecha la antigua población, mezclada con esclavos lucanos y otros rebeldes lucanos refugiados en las montañas, se rebelaron dirigidos por jóvenes lucanos y tomaron el poder.

Tras la derrota de Asdrúbal, Aníbal se retiró también en territorio brucio, donde continuó la guerra durante cuatro años.

Tras la guerra Social,[2]​ los brucios, al igual que todos los demás itálicos, obtuvieron la plena ciudadanía romana a través de la Lex Plautia Papiria.

Augusto la incluyó en la Regio III Lucania et Bruttii, la tercera región de la Italia romana, junto con Lucania, y los dos territorios permanecieron unidos durante todo el curso del Imperio romano.

Excluidas las colonias griegas: Ciudades anteriores a los Brucios: Macalla, Cone, Badiza, Ixias, Brystacia, Ariantha o Arintha, Cyterium, Menecina, Ninaea, Erimon, y Sestium.

Península Italiana en el siglo IV a. C.