[2] Boris era un filántropo, que solía viajar por el país para ayudar a la población más necesitada.[8] Este nacimiento se produjo en un momento en que Bulgaria se encontraba en una curiosa encrucijada política: un joven principado, que formaba parte del musulmán Imperio otomano y donde la mayoría de la población profesaba la fe ortodoxa, estaba gobernado por un matrimonio de católicos devotos.[9] Cuando Boris ya había sido bautizado como católico, Fernando pensó en convertirlo al cristianismo ortodoxo.Sin embargo, esa decisión suponía diversos riesgos y la noticia conmocionó a toda la Europa católica.[14] Boris estudió todas las disciplinas que se enseñaban en las escuelas búlgaras, además de francés y alemán.[22] Con el estallido de la primera guerra de los Balcanes en octubre de ese año, conflicto que unió a serbios, griegos, montenegrinos y búlgaros contra el dominio otomano en Macedonia, el príncipe entró a formar parte del Estado Mayor del Ejército y no dudó en luchar en las líneas del frente.Como testigo ocular de los hechos, Boris se volvió más tarde un pacifista convencido.[26] En 1915, Fernando I se alió con los Imperios centrales e hizo que Bulgaria entrase en la Primera Guerra Mundial.Sus funciones fueron, en general, garantizar la buena ejecución de las operaciones y coordinar los diferentes frentes.Cumpliendo este papel, tuvo la oportunidad de visitar el frente e inspeccionar trincheras, con lo que consiguió trabar amistad con oficiales y soldados.Muy popular entre los campesinos, que componían la mayor parte de la población, Stamboliski dejó clara su oposición a la monarquía.Alejandro Tsankov, uno de los jefes golpistas, asumió el gobierno e implantó un régimen autoritario.Boris y los otros supervivientes se salvaron gracias a un autobús que pasaba por allí.[50] En su primera reunión con el Duce Benito Mussolini en Roma, declaró: En 1927, a los 33 años, Boris seguía soltero y en toda Europa se especulaba sobre quién sería la elegida como futura zarina.Sin embargo, para el papa Pío XI estaba fuera de toda lógica bendecir un matrimonio si toda la descendencia venidera no sería bautizada como católica, lo que colocaría a Juana en riesgo de excomunión.Sin embargo, gracias al nuncio apostólico en Bulgaria, Angelo Roncalli, futuro papa Juan XXIII, Boris llegó a un acuerdo con la Santa Sede.[54] El gobierno elegido en 1931, del Bloque Popular, decepcionó debido a su incapacidad de revertir la situación.[58] De forma gradual, el zar alejó a los militares del poder, fortaleció su poder personal y estableció una monarquía absoluta.Él definió este nuevo régimen como transitorio, con la dictadura del Zveno, hasta la vuelta al sistema parlamentario tradicional.[59] En las elecciones municipales de 1937, las mujeres casadas y con hijos tuvieron derecho al voto.Aunque era un pacifista, Boris III creía que el irredentismo búlgaro podría ser resuelto por la vía diplomática.Boris buscaba por todos los medios mantenerse neutral, por lo que la invitación del Führer fue respondida con un «aún no».[75] Sin embargo, Boris se negó a participar en las operaciones militares, por lo que los alemanes le propusieron en abril de ese mismo año que las tropas búlgaras ocuparan los territorios ya conquistados de Tracia y Macedonia.La población, indignada, protestó enérgicamente; muchas personalidades se movilizaron contra estas medidas, entre ellas Dimitar Pešev, vicepresidente del Parlamento, y Esteban I, exarca metropolitano de Sofía, que simbolizaban este movimiento y convencieron a Boris de negarse.Al darse cuenta de esto, y queriendo evitar el mismo error que su padre 25 años antes, Boris inició contactos secretos con diplomáticos estadounidenses.[84] Hitler ordenó a Boris que dispusiera sus tropas en un nuevo frente en el sudoeste, con la esperanza de dispersar las fuerzas soviéticas.El asunto nunca se resolvió y muchos aún creen que Boris fue asesinado, aunque no haya pruebas de ello.Según el diario del coronel alemán von Schoenebeck, residente en aquella época en Sofía, los dos médicos alemanes que atendieron al zar —Sajitz y Hans Eppinger— creyeron que el rey había muerto por la acción del mismo veneno que Eppinger había encontrado dos años antes en el examen post mortem del primer ministro griego Ioannis Metaxás, un veneno lento que tarda semanas en hacer efecto y provoca la aparición de manchas en la piel de la víctima antes de la muerte.[4][87] La súbita desaparición del zar llevó al trono a su hijo de seis años, Simeón.[41] En octubre de 1944 comenzó una serie de procesos que condenaron a 2730 personas a muerte; entre estas se encontraban diversos representantes del antiguo régimen, como los tres regentes,[Nota 1] 22 exministros, 67 diputados, ocho consejeros del zar y 47 oficiales superiores.
Boris III con cinco años.
El príncipe en la adolescencia.
Boris III junto a sus hermanos.
Sello conmemorativo del primer aniversario de la coronación de Boris III.