Exactamente cuándo apareció la primera bola de nieve, es confuso, pero parecen estar datadas en Francia a comienzos del siglo XIX.
Pudo haber aparecido como sucesor al pisapapeles de cristal, que llegó a ser popular algunos años antes.
Muchos de estos globos fueron producidos por Atlas Crystal Works, que tenían fábricas en Alemania y América.
En 1929, Garaja convenció a Novelty Pool Ornaments para que fabricaran una versión de peces bajo el agua.
En Europa, durante los años 40 y 50, las bolas de nieve religiosas eran regalos comunes para los niños católicos.
Más adelante, el líquido fue cambiado al aceite ligero, después a agua con anticongelante (glicerina o glicol).