Pionera en la política española del entorno rural, Jiménez tuvo un gran compromiso social.
[2] También fue concejala, depositaria de los fondos municipales y representante del Comité Local del Socorro Rojo Internacional durante la etapa de la guerra civil española.
[...] Siempre que recurrimos a ella tuvo con nosotras toda clase de consideraciones”.
[3] En un primer momento, Jiménez Chaparro fue condenada a pena de muerte por el tribunal franquista.
[2] En la cárcel, fue sometida a múltiples torturas, como la gota china, vejaciones, mutilaciones y condiciones insalubres.
Se estima que falleció a los 10 meses de su encarcelamiento, posiblemente en la propia prisión.