En 2021, y en conmemoración del centenario de su apertura, adoptó la denominación Biblioteca Popular Circulante Menéndez Pelayo.
[4] El manifiesto, redactado con un lenguaje que lo acerca a movimientos culturales de inspiración regeneracionista,[5] expone la penosa situación cultural, muestra escepticismo a esperar soluciones desde las instituciones y defiende la mayor eficacia de la acción particular.
Quienes firman: Miguel García Soubelet, Román Penzol Vijande, Francisco Vior Prieto, Ramón Díaz Canel, José Manuel Piñeirúa Ferrería, Laureano Acebo Fernández, Agustín García Pérez y Vicente Loriente Cancio, se conocían desde la niñez y en ese momento la mayoría eran estudiantes o licenciados universitarios.
El Patronato queda formado por Máximo Cancio y Menéndez de Luarca, como presidente; Victoriano García de Paredes, vicepresidente; Ramón García González, secretario-tesorero, y los ocho firmantes del manifiesto, que asumen el cargo de vocales, siendo nombrado bibliotecario Agustín García.
[7] Al mismo tiempo, son aprobados los estatutos por los que se ha de regir la BPCC.
[1] Además, los miembros del patronato, así como otras personas cercanas a la biblioteca, abonaban una cuota anual.
Estas personas, vecinos que hacían su trabajo desinteresadamente, actuaban como representantes de la biblioteca.
[22] En los primeros años, la BPCC utilizó el periódico decenal Castropol (1905-1924) para exponer sus ideas y actividades.
En 1924 el patronato de la Biblioteca decide crear su propio boletín, El libro y el pueblo, que se distribuyó gratuitamente.
Tuvo una periodicidad irregular y alcanzó cinco números en cuatro años.
Con este fin la biblioteca estableció lazos con numerosas instituciones culturales españolas, europeas y americanas.
A continuación se consignan algunas de las instituciones con las que la BPCC mantuvo relación.
El centro se crea en 1939 y Aguilera es nombrado director del mismo en 1940.
[31] En principio Aguilera y Loriente proyectan mantener en funcionamiento las bibliotecas filiales del municipio de Castropol.
Poco a poco se fue constituyendo una colección de obras autografiadas, que incluye a Valle-Inclán, Pío Baroja, Dámaso Alonso, María Moliner, Manuel Bartolomé Cossío, Miguel de Unamuno, Gerardo Diego, Azorín, Camilo José Cela, Torrente Ballester, Mario Vargas Llosa y otros muchos escritores españoles y extranjeros.
Entre estos se encuentran Leonard Cohen, Ismail Kadaré, Antonio Muñoz Molina, Richard Ford, Leonardo Padura, Siri Hustvedt y el premio Nobel de Medicina en 2022, Svante Pääbo.
Esta nueva denominación recoge los dos nombres por los que ha sido conocida la institución y representa la continuidad de la labor bibliotecaria en Castropol.
[2] Con motivo del centenario y de reapertura con la nueva denominación fueron organizados diversos eventos culturales.