Finalmente, "per justificar davant del poble que es donava utilitat a totes aquestes biblioteques, l’Estat manà als bisbes receptors que fessin tot el que fes falta per fer públiques les biblioteques dels Jesuïtes, i es va pactar un sou per a contractar bibliotecaris"[8] [para justificar ante el pueblo que se daba utilidad a todas estas bibliotecas, el Estado ordenó a los obispos receptores que hicieran todo lo que hiciese falta para hacer públicas las bibliotecas de los jesuitas, y se pactó un sueldo para contratar a bibliotecarios].
[10] No obstante, no es hasta el mes de enero de 1776 cuando la Biblioteca abrió sus puertas al público, situada en el segundo piso del edificio del Seminario.
Ambos instalaron en la biblioteca una sala destinada a los autores catalanes, con la colaboración del bibliotecario Ignacio Palaudaries (que fue bibliotecario entre 1816 y 1824) y del obispo de Barcelona Pablo de Sichar.
Los libros de la BPEB se embalaron y se trasladaron al sótano de la nueva construcción y permanecieron en esta situación durante quince años hasta que, gracias al cardenal Salvador Casañas, la biblioteca se instaló en el espacio que ocupa actualmente.
La Biblioteca no se termina de instalar definitivamente hasta el año 1924.
Antes de la Guerra civil española, concretamente en el año 1916, la Biblioteca ya tenía 50.000 volúmenes.
[17] Desde sus inicios, la Biblioteca ha tenido la siguiente relación de bibliotecarios, y posteriormente, directores:[18]