Luis Bernardo Jalón
El cabildo, para contratar al maestro, acudió a un truco jurídico y administrativo, poniendo los edictos de las oposiciones con término en 24 horas.[9] Bernardo disfrutó de una buena reputación en la Catedral, pero su partida no fue sin dificultades.Con este aumento pretendían por lo menos igualar las condiciones económicas que tenía Jalón en otros magisterios.Además se le concedieron «los manuales», una remuneración adicional por asistir al coro.[5] Durante su magisterio en Sevilla realizó diversos viajes en búsqueda de músicos para la capilla.No sería hasta 1708 que el arpa acabaría entrando definitivamente en la catedral hispalense.La obra no fue representada «algunos inconvenientes de gasto y otras cosas [...] por hogaño», pero había sido revisado por varios canónigos que lo hallaron muy bueno.Un Christus factus est y un O redemptor, ambas a 4 voces.