Se destacó como aliado del Deán Funes, que formó uno de los primeros partidos autonomistas en Córdoba.
En algún momento se vio enfrentado al partido federal de José Javier Díaz, y quedó del lado directorial.
Se unió a los grupos monárquicos y votó la Constitución Argentina de 1819.
Fue expulsado de la provincia en forma violenta, y terminó exiliado en Corrientes.
Tras algunos meses, se trasladó a La Rioja, provincia que formaba parte de su diócesis.